Nuestra historia comenzó un 22 de noviembre de 2018. Ese día todo iba a ser perfecto pero el destino tenía otra cosa preparada para nosotras. Nada más nacer la vi diferente, parecía que no tenía ojos, que sus cuencas estaban vacías, sus ojitos eran diminutos. Menos de 20 horas después de conocernos ya la llevaron a la UCI porque tenía hipotonía, poliglobulia y rechazaba la comida. Allí en mis brazos hizo una apnea (ahora sabemos que fue un ataque epiléptico) y la llevaron a críticos.... Fue un golpe durísimo para nosotros y ese fue el inicio de nuestra aventura de vida, una vida que se ha basado en visitas diarias al hospital, multitud de terapias, pruebas y un trabajo infinito pero lleno de amor. Ella es nuestra maestra de vida, la que nos enseña lo realmente importante, a tocar el infierno y al ratito estar en el mismo cielo. Nos ha enseñado el valor del trabajo, la constancia, el esfuerzo y a no rendirse nunca. Además siempre siempre con una sonrisa, demostrando que aunque las cartas que la tocaron no son las mejores vamos a disfrutar de estar vivos. Olivia tiene más de 25 patologías
(displasia de cadera, epilepsia, hipotonía severa, varias operaciones, un sinfín de ingresos, retraso psicomotor, distrofia del nervio óptico, hipoacusia, miopía, trastorno alimenticio, prolapsos, pies planos valgos, luxación de articulaciones...) la ven más de 15 especialistas entre Valdecilla y La Paz.
Cuatro años después seguimos sin diagnóstico. Todavía nadie sabe qué enfermedad rara es la que la acompaña, y no sabemos cuántos años más vamos a vivir en la incertidumbre de no saber a qué nos enfrentamos, si es degenerativo, mortal, si habrá algún tratamiento que la cure o ayude a mejorar....Mientras tanto seguimos trabajando a diario por ser su mejor versión, lo más feliz y autónoma posible. Estos últimos meses hemos conseguido un montón de progresos, así que estamos super felices y orgullosos, tanto trabajo (equinoterapia, hidroterapia, logopeda, fisio..) se ven en sus avances. Este camino es sumamente duro, te encuentras muy sola, sin ningún tipo de orientación, hay personas que desaparecen de tu vida (pero los que aparecen y deciden quedarse son familia eternamente) no es sólo lidiar con el duelo de tener un hijo enfermo es la burocracia absurda que nos hace perder tiempo, energía.